miércoles, 23 de junio de 2010

CHILE Y SU BISENTENARIO

Un país celebra 200 años de su independencia, celebra cuando un grupo, suponemos mayoritario, denominados patriotas, se arma, combate y derrota a la institucionalidad vigente gracias a la ayuda de un país vecino, institucionalidad que era defendida por el resto de los habitantes que llamaban realistas. Y por más que se busque en los textos, la razón mas clara de esta barbaridad resulta ser que el reinado al cual pertenecía el país cobraba muchos impuestos. Esto el país lo celebra con mucha unión y gran fiesta.

La Primera Junta de Gobierno significó el inicio de la independencia política de Chile. Fue el cuerpo colegiado creado por el cabildo abierto de Santiago, el 18 de septiembre de 1810, con el fin de emprender la organización gubernamental de Chile y tomar medidas para la defensa del gobierno, frente la prisión del rey Fernando VII por Napoleón. Fue la primera forma autónoma de gobierno surgida en el Chile Central, desde su conquista. Como institución, por primera vez permitió el protagonismo de la aristocracia criolla en la vida pública. Como hecho político, da localmente inicio al período conocido como Independencia de Chile. Durante este importante acontecimiento histórico, se realizaron reformas tales como mejoras en el ejército, la convocación a un Congreso Nacional, la declaración de un libre comercio internacional y establecer comunicaciones con la Junta de Buenos Aires, en Argentina. Los posibles miembros de la junta habían sido elegidos cuidadosamente por los integrantes del Cabildo de Santiago, con el fin de representar en la persona de cada uno de ellos a cada sector de la sociedad, asegurando así la mantención de un cierto equilibrio. Todos ellos fueron aceptados por aclamación por los vecinos presentes. El presidente de la Primera Junta fue el militar Mateo de Toro Zambrano.

Después de la invasión de Napoleón a España y la caída del Rey Fernando VII, en 1810, los criollos establecieron en Santiago una Junta Nacional de Gobierno para dirigir la Colonia a nombre del monarca. Esto fue considerado como una rebelión y comenzó una lucha entre los criollos y el Ejército Español enviado desde el Virreinato del Perú. Después de numerosas batallas, en 1818 se proclamó la Independencia Nacional y se nombró a Bernardo O’Higgins como Director Supremo del país.

Después de un largo período de anarquía, se estableció durante 30 años un régimen republicano, unitario, presidencial y autoritario. De esta forma, se logró terminar con los caudillos y mantener cierta estabilidad política y social. Hubo también una apertura comercial hacia el exterior y se incrementó la explotación de minerales, principalmente plata y cobre. En lo cultural, influyeron las ideas europeas a través del cultivo de las letras. En 1842 se funda la Universidad de Chile y en 1851 se inaugura el ferrocarril de Copiapó a Caldera. En esta época, también se fomentó la llegada de colonos alemanes al sur del país.

Durante este período, Chile mejoro su situación económica debido a la explotación de importantes yacimientos mineros de plata, cobre y salitre en el norte del país. Sin embargo, esta bonanza económica trajo consigo una serie de problemas con Perú y Bolivia, ya que estos países miraban con gran interés los atractivos económicos de la zona. Esta rivalidad derivó en 1879 en la Guerra del Pacífico, de la que Chile salió victorioso. Con ello, el país se consolidó como una potencia militar y como el mayor productor de salitre natural del mundo, químico de gran utilización en ambas guerras mundiales. Gracias a esta bonanza surgió una nueva clase dominante, enriquecida por la minería, y se inició una serie de adelantos en los distintos sectores de la economía nacional. Los grandes cambios que se produjeron en el país durante todo este período generaron en las nuevas clases influyentes un espíritu más liberal que se oponía al tipo de gobierno presidencialista que regía hasta ese momento. Esa fue la génesis de un conflicto social y político que culminó con la Revolución de 1891, tras la cual fue derrocado el Presidente José Manuel Balmaceda y se instauró un régimen de gobierno parlamentario.

Con este nuevo sistema de gobierno, que se inicia con el presidente Jorge Montt, el Primer Mandatario perdió prácticamente todo el poder, el que pasó a manos del Parlamento, constituido por la clase dominante, lo que generó un gran desorden político, social y económico. A principios del siglo pasado, la crisis llegó a tal extremo que la clase trabajadora comenzó a exigir cambios que mejoraran su calidad de vida y, en 1909, se creó la primera organización sindical del país. En 1920 fue elegido Presidente Arturo Alessandri Palma -quien gobernó hasta 1925-, lo que fue visto como un triunfo de la clase media. Mientras tanto, el salitre seguía siendo el pilar fundamental de la economía chilena. La situación se mantuvo hasta que Alemania inventó el salitre sintético durante la Primera Guerra Mundial. En 1925 se promulgó una nueva Constitución, la que terminó con el parlamentarismo y volvió a reforzar el poder del Presidente.

Las nuevas reformas y el surgimiento y consolidación de nuevos grupos sociales hicieron que, entre 1925 y 1932, se creara cierta inestabilidad política y social, marcada por distintas intervenciones militares. Sólo en 1932, con la reelección de Alessandri, se logró volver a la constitucionalidad. Desde esta fecha fueron surgiendo con más fuerza las alianzas políticas y se realizó una serie de reformas sociales por medio de leyes como el seguro obrero, salud, educación y jubilación. En el desarrollo económico, se sigue el modelo en el que el Estado cumplía un papel fundamental. Un ejemplo de ello fue la creación de la Corporación de Fomento (Corfo) como un organismo encargado del desarrollo industrial.
En 1964 asume la presidencia Eduardo Frei Montalva, militante de la Democracia Cristiana que, bajo el lema de “la revolución en libertad”, inicia en Chile una etapa política marcada por la Doctrina Social de la Iglesia, que llamaba acercar el progreso económico a los sectores más desposeídos.
Allende y la Unidad Popular inician una experiencia única en América Latina, al estatizar las fuentes productivas que estaban en manos privadas y al aplicar el modelo socioeconómico soviético, que incluía fijación de precios y racionamiento de los insumos básicos. En ese plano, destaca la nacionalización del cobre, industria que sostiene hasta estos días la economía y que, por primera vez, pasó a manos chilenas. Sin embargo, estos drásticos cambios sociales, sumados al surgimiento de grupos de ultraizquierda más radicales que abogaban por la “vía armada hacia el socialismo”, generaron un clima de gran inestabilidad social.
Poco a poco Allende se fue separando más de la Democracia Cristiana, que le dio su apoyo en el Congreso Pleno, lo que generó una gran división política en el Parlamento y también fuera de él. Incesantes cambios de gabinete, que incluyeron a militares en la última etapa, así como una inflación descontrolada evidenciaban la crisis que se vivía. La violencia se apoderó de las calles y tanto los sectores económicos, que se vieron despojados de sus pertenencias industriales y agrícolas, así como un pueblo desabastecido por interminables huelgas de camioneros y transportistas, exigían un cambio inmediato en medio de un quiebre institucional nunca antes visto en Chile.
Luego de un intento fallido en junio, el 11 de septiembre de 1973, una junta militar integrada por los cuatro comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y de Orden, y liderada por el general Augusto Pinochet, decide derrocar al Presidente Salvador Allende, quien se quita la vida en medio de un bombardeo a la sede de Gobierno. Los militares clausuran el Congreso, prohíben cualquier actividad política e inician un período de reconstrucción nacional que, en una primera etapa, se aboca al restablecimiento de la actividad económica, al desmantelamiento del régimen socialista y, en 1978, a la implementación de una nueva Carta Fundamental. Miles de personas fueron detenidas y ejecutadas, mientras que otras tantas debieron salir al exilio. Esto generó gran repudio mundial. La junta militar logró en 17 años de gobierno implementar un exitoso sistema económico autónomo que permitió un gran crecimiento.
En 1988 un plebiscito convocado por el mismo gobierno obliga a llamar a elecciones libres, con lo cual, en 1990, se pone fin al régimen de facto y se reanuda la actividad parlamentaria. Cuatro han sido los presidentes que, desde esa fecha, han llegado hasta La Moneda apoyados por la misma coalición de centro izquierda: Patricio Aylwin (1990-1994) y Eduardo Freí (1994-2000), El socialista Ricardo Lagos (2000-2006 y la actual Primera Mandataria, Michelle Bachelet, (2006-2010) y Sebastián Piñera (2010-2014).
Con esto podemos concluir que chile ha batallado mucho por su independencia y se ha ido forjando paso a paso por todos los próceres de la patria y todos los que lucharon y luchan por que chile sea una mejor sociedad y país para todo el mundo.

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